Elige el lugar y diseño ideal para tu estanque
Construir un estanque en tu jardín puede ser una actividad muy gratificante, pero es crucial que elijas
el lugar adecuado y diseñes bien el espacio. El primer paso es seleccionar una ubicación
que reciba una cantidad moderada de luz solar. Evita áreas con demasiada sombra o que permanezcan
completamente al sol durante todo el día. La luz solar es necesaria para el buen desarrollo de
las plantas acuáticas y para mantener el ecosistema del estanque.
A continuación, considera el diseño de tu estanque. Puedes optar por formas libres y orgánicas
que se mezclen mejor con el entorno natural del jardín o por diseños más geométricos y modernos si
prefieres un estilo más estructurado. Un punto clave en el diseño es asegurarte de que el estanque
tenga una profundidad adecuada. Para la mayoría de los pequeños estanques, una profundidad de entre
45 y 60 cm es suficiente. Sin embargo, si tu objetivo es incluir peces, es mejor optar por una
profundidad mayor para asegurar un ambiente sano para ellos.
Preparar el terreno para la construcción
Una vez que hayas seleccionado y diseñado el lugar para tu estanque, es hora de preparar el terreno.
Comienza por marcar el contorno del estanque utilizando una cuerda o tiza de jardín. Esto te dará una
guía visual clara antes de comenzar a cavar. Una vez marcado, utiliza una pala para comenzar a excavar.
Excavación y nivelación
La excavación es una etapa crucial. Asegúrate de cavar uniformemente para evitar que el agua se
desborde en un lado más que en otro. Durante este proceso, recuerda incorporar niveles para diferentes
tipos de plantas acuáticas. Puedes cavar terrazas de diversas profundidades para crear un hábitat apto
para una variedad de plantas y animales.
Una vez hayas terminado de cavar, asegúrate de que la base esté nivelada. Puedes usar un nivel
para asegurarte de que toda la superficie está uniformemente horizontal. Esto ayudará a que el
revestimiento del estanque se asiente correctamente y evitará problemas futuros con la distribución del
agua.
Instalar el revestimiento del estanque
El siguiente paso en la construcción de tu estanque es la instalación del revestimiento. Existen
diferentes tipos de revestimientos disponibles, incluyendo el caucho EPDM, PVC y preforma de plástico.
El caucho EPDM es muy popular debido a su durabilidad y flexibilidad. Antes de colocar el revestimiento,
asegúrate de limpiar bien toda la superficie excavada para eliminar piedras y otros objetos punzantes que
podrían dañarlo.
Una vez limpia la zona, coloca una capa de arena para proporcionar una base suave. Después, extiende el
revestimiento sobre el estanque, asegurándote de que cubra adecuadamente todas las áreas, incluyendo los
bordes. Deja un margen suficiente para poder fijarlo bien y evitar que se desplace. Utiliza rocas u
otros elementos decorativos para ayudar a mantener el revestimiento en su lugar mientras trabajas en
los bordes.
Ajuste y fijación del revestimiento
Con el revestimiento en posición, comienza a llenar el estanque con agua lentamente. Esto permitirá que
el revestimiento se asiente y se moldee a la forma del estanque. A medida que el agua lo llena, ajusta
el revestimiento para eliminar pliegues y arrugas. Una vez que el estanque esté lleno de agua y el
revestimiento esté bien asentado, recorta los excesos alrededor del borde, dejando un margen suficiente
para fijarlo con seguridad.
Puesta en marcha del ecosistema del estanque
Ahora que tu estanque está completo y lleno de agua, es el momento de poner en marcha el ecosistema
que lo convertirá en un espacio natural y equilibrado. Comienza por agregar plantas acuáticas, ya que
estas son fundamentales para el equilibrio ecológico. Las plantas flotantes como el jacinto de agua o
el lirio de agua proporcionan sombra y ayudan a mantener el agua limpia al absorber nutrientes. Las
plantas marginales como el papiro y el iris también son excelentes adiciones.
Si decides incluir peces en tu estanque, es importante dejarlos aclimatarse a su nuevo hábitat. Introduce
los peces poco a poco y asegúrate de que el agua tenga la calidad adecuada. Utiliza kits de prueba para
analizar el pH y la presencia de sustancias químicas perjudiciales. La adición de una pequeña bomba de
agua o un filtro también ayudará a mantener la calidad del agua y a proporcionar oxígeno a los peces.
Control de algas y mantenimiento del agua
El control de algas es un aspecto crítico en el mantenimiento del estanque. Las algas pueden crecer
rápidamente y desequilibrar el ecosistema. Para controlar su crecimiento, asegúrate de no sobrealimentar
a los peces y de no dejar acumulaciones de residuos orgánicos en el agua. Además, las plantas acuáticas
ayudarán a competir con las algas por los nutrientes, reduciendo su proliferación.
El mantenimiento del agua también incluye eliminar hojas y detritos de la superficie del estanque. Un
skimmer de superficie puede ser una herramienta útil para mantener el estanque limpio. Además, lleva a
cabo cambios parciales de agua periódicamente para mantener un ambiente sano.
Decorar y personalizar tu nuevo estanque
Finalmente, llega el momento de decorar y personalizar tu nuevo estanque para que se integre
perfectamente con el resto de tu jardín. Utiliza piedras, rocas y plantas perennes para crear un entorno
natural y estéticamente agradable alrededor del estanque. Esto no solo mejorará la apariencia del espacio
sino que también proporcionará un hábitat para la vida silvestre.
Considera agregar características adicionales como una pequeña cascada o una fuente. No solo agregarán un
elemento visual agradable, sino que también ayudarán a oxigenar el agua del estanque, beneficiando a los
peces y las plantas acuáticas. Iluminación solar alrededor del estanque puede ser un toque final encantador,
permitiéndote disfrutar de tu estanque incluso por la noche.
Experimenta con diferentes elementos decorativos hasta encontrar la combinación que más te guste. Con un
poco de creatividad y paciencia, tu pequeño estanque se convertirá en el centro de atención de tu jardín,
ofreciéndote un espacio tranquilo donde relajarte y disfrutar de la naturaleza.